25.1.12
A pedido del público, vuelve la Cooper Black
Desde hoy te mostramos lo que opinan los diseñadores, periodistas, artistas, directores de arte, editores e infógrafos, sobre esta tipografía tan setentista. Nosotros empezamos con una campaña hace cuatro años, donde te mostrábamos las aplicaciones que ha tenido la misma en avisos, en grandes campañas publicitarias, en diarios, en suplementos y en revistas. Por todo esto, porque la Cooper Black ha vuelto, hoy volvemos con la sección Cooper Back.
10.1.12
La primera vez que Rodrigo Sánchez usó la Cooper Black
Él también cree lo que dice Charly García, sobre el amor y el odio, pero hacia una tipografía. Aunque la Cooper Black no le gusta, el español Rodrigo Sánchez es de honrar sus deudas. Cuando hace un tiempo comenzamos en Visualmente una campaña internacional que buscaba reivindicar la tipografía creada por Oswald Bruce Cooper, el director de arte de las revistas del diario español El Mundo se comprometió a usarla. Y fue así que el último viernes de mayo del año pasado, la portada de Metrópoli la tuvo (fue la primera). En aquel momento, a la hora de justificar la utilización de la tipografía fetiche de El Norbi, el gran Sánchez fue tan lacónico en su respuesta que no nos dejó ninguna duda: "Porque te la debía".
Con la frase de más arriba comienza su explicación sobre su hat trick tipográfico, que completaría la primera, en la edición de 10 de marzo pasadao, en exclusiva en Visualmente.
"De hecho, me sorprendió cuando saliste con su defensa a ultranza y, me sorprendió aún más, cuando manifestaron su entusiasmo por sus formas redondeadas tantos y tantos diseñadores.
"Te dije que haría una portada con ella y, al final, no ha sido una sino tres. Tuve la mala fortuna de elegir la saga Millennium, de Greg Larson, para utilizar la cooper y me he visto obligado a repetir esquema, temática y tipografía dos veces más, pues en Metrópoli decidimos dedicar la portada a cada uno de los estrenos de la trilogía.
"En LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES, se nos ocurrió recurrir a unos zapatos femeninos con suela de pinchos. De esa forma nos referíamos al sufrimiento/tortura hacia la mujer y a cierta estética ciberpunk del personaje protagonista, Lisbeth Salander, aficionada a tatuajes, tachuelas y crestas en el pelo.
"En la segunda parte, LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA, recurrimos a ilustrar el propio titular con un bidón de gasolina forrado también de pinchos. Nuestro fotógrafo, Ángel Becerril, todavía se acuerda de mis familiares (vivos y muertos). Fuel él quien se ofreció voluntario a pegar los pinchos a cambio de mantener su contrato de colaboración. No pude negarme.
"Y, por fin, llegó la última, LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE. Aquí hicimos un homenaje a las dos anteriores proponiendo un frasco de suero hospitalario con los pinchos para que Salander se los metiese en vena.
"Como ves hemos creado un mini universo con un hilo conductor, la cooper black y los pinchos. Creo que he cumplido y espero dejar de ser un bocazas y que no me vuelvas a engañar con otro reto semejante. A la mínima me veo haciendo una portada con la Comic Sans (al menos ya no me pilla con la saga de Harry Potter, cruzo los dedos)".
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